sábado, 7 de mayo de 2016

Vientres que Gestan Victorias Por Su Fe Genuina

2 Carta de Pablo a Timoteo
 1:4-5
Doy gracias a Dios, a quien sirvo...
Porque tengo presente la fe sincera que hay en ti,
 la cual habitó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice,
y estoy seguro que en ti también.

Me senté en un pupitre del salón de clases, ubicado justo al lado de la caminerìa que conducía a los laboratorios de la pequeña escuela secundaria donde me gradué de bachiller, se había ausentado el profesor y cabeceaba,cargada por el sueño atrasado tras los fuertes madrugares, que estaba siguiendo para respaldar a mi madre y su grupo de mujeres de oración.

Aquellas mujeres, a quienes ahora apenas veo, y algunas partieron ya al regazo del Amado Padre a quien sirvieron, algunas quizá ya habrán olvidado, como eran aquellos “reuniones matutinas", pero ellas, con una fe que, ademas se expresaba en obras, donando ropa, comida, impartiendo palabras de corrección o consuelo, y orando, orando incansablemente, en todos los ambitos de su andar, movieron montañas!

Allí, en mi pupitre, buscando como ahuyentar el sueño, abrí mi cuaderno y comencé a escribir lo que destilaba del pequeño capullo de fe que comenzaba a fortalecerse en mi corazón adolescente, gracias, en buena parte, a la rutina de oración matutina que mi madre, junto a aquellas mujeres, me motivaban a seguir.

Eran los días de las pasiones y los sueños juveniles borboteando en mí. Vendrían luego otras etapas que siempre fueron cerradas con éxitos, y satisfacciones internas muy enriquecedoras, algunas fueron muy batalladas, en “ el lugar secreto con el Amado” , otras llegaron, simplemente " por añadidura", pero ninguna fuera del principio bíblico que establece  que para los que aman a Dios todas las cosas se unen –a algún predicador escuche decir, que todas las cosas se conjugan- para ayudar a que se vuelva bendición, cada reto que se presente en tu vida, si tu corazón se inclina por El.


Hoy como madre, estoy próxima y ansiosa por ver el amanecer del primer domingo de mayo! Es cierto que la fecha se carga con estrategias de mercado múltiples y casi irresistibles para conducirnos directamente al consumismo. 

Pero es también muy cierto, que me encanta la celebración de la fecha, las manualidades escondidas por las maestras del colegio, cómplices de la alegría del corazón de muchos niños, y el afán de ellos por hacer que no los descubras hasta “la mañana”, me gustan las canciones, los abrazos, los lazos y paquetes coloridos, y saborear las recetas que ese dia se dempolvan, para sorprender a quienes cada día de nuestra niñez se esmeraron por cuidarnos, desde que descubrían su embarazo, hasta ahora mimar a los nietos que les hemos regalado.

Preparo esta nota pensando en aquellos tiempos que vienen a mi mente, tras la escena del sueño y el cuadernito desgastado sobre mi pupitre, asi fui entrenada para ejercitarme en fe, por mi madre y por algunas otras mujeres esforzadas en la oración que formaron mucho de mi carácter, mujeres como Loida, o como Eunice,  o como algunas otras madres anonimas, o mas afortunadas, que logran se mencionadas en las biografías de la mayoría de los grandes hombres de la historia, deportistas, musicos, investigadores, lideres espirituales y sociales, cuentan en privado como el brazo fuerte de una mujer los sostuvo enfocados en sus metas con su amor, disciplina, cuidados, y motivación incansable.


Loida significa “agradable o deseable”,

Eunice “buena victoria”.

Toda la historia bíblica, desde Sara, Jocabed, Ana,  Betsabeth, María, la madre del Señor,  las Escrituras están sembradas de mujeres que se permitieron seguir sus "instintos maternales" sin saber que garantizaban el cumplimiento del plan divino para sus hijos: Ellas determinaron con su fe, y temple, el destino de  reyes, guerreros, sacerdotes, profetas y no blasefemamos al decir que una de ellas acompaño, desde su milagrosa concepcion hasta el vituperio de la cruz, al Redentor mismo.

Por esto me parece ideal hoy, víspera de nuestra celebración, invitarte a meditar en como Pablo elogia a Eunice y a Loida, cuando motiva a cumplir su llamado de servicio al joven pastor Timoteo.

Seriamos nosotras elogiadas dentro de unos años de esa misma manera?

Se dirá de nosotras, mujeres del siglo 21, que supimos que solo en oración, es que se ganan títulos profesionales para nosotras, y nuestros hijos, se salvan vidas, se defienden amores, se multiplica la provisión de la mesa familiar, se edifican fortalezas con valores impenetrables, se caen muros, se levantan enfermos y se trasciende mucho más allá de lo que, quiza,  podemos llegar a entender.


Parafraseo a Pablo para decir que, hago memoria de la fe no fingida que soy testigo esta en ti, mamà, y que mi hija y sobrinos reconocerán, no lo dudes, que hubo en su abuela!

Eres tan agradable a nuestros ojos, a los ojos de Dios, estoy segura, y se te han entregado tan grandes victorias,en razón de lo genuino de tu fe, más que por ningún otro merito, que sin duda tienes…

Esas Madres, mujeres insustituible en nuestras vidas vida, creo que el mejor tributo que podemos ofrecerle hoy, es repetir como Pablo, que en su fe no se han encontrado fingimientos, espacios para doblegarte, ni posibilidad de rendirte antes de mover el cielo a favor de tus próximas generaciones. 

Dios nos haga como tú, Mujer de Fe! Dios nos haga como esas Loida, Jocabed, Maria o Eunice, de la historia bíblica, a quien sin duda, te pareces!  

Dios honre hoy y siempre, a cada madre que me lee, a cada hija que se sabe destinada a tambien dar hijos a su nación,  y que ha encontrado o busca encontrar, en la oración, la fuerza de fe que mueve montañas.

Y hasta por mil generaciones futuras tu nombre sea tenido en cuenta a causa de las lágrimas de súplica, o de alegría, que Dios ya ha recogido en Su regazo! - Salmo 56 8



En Honor A
 Ilse de Neira, Elba Brito, Pastorita Colina, Rita de Galue, Sara Torres, Vilma Valles
Compañeras de Oracion
 que ya hoy se encuentran con Nuestro Amado

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y a 
Ti, Mami, 
Que Todavia Guerreas Como Valiente Intercesora, 
Oramos para que Dios te añada muchos mas años de vida para seguir
Parada en la Brecha
 por tus hijos, nietos y tu pequeño biznieto
Te Amo, Madre!
    
-Mujeres de Fe No Fingida-





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