martes, 24 de mayo de 2016

Si Te Lanzan Piedras...


 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijos los ojos en el cielo,
vio la gloria de Dios
 y a Jesús de pie a la diestra de Dios;
Hechos 7: 55-56

Habrá siempre un momento en tu vida, por no decir que muchos, cuando te lanzaran piedras.  

 A veces será porque caíste… y encima de tu vergüenza, dolor, y desanimo para seguir, sentirás los dedos acusadores rodearte, los empujones inmisericordes, y el dolor de las piedras hiriéndote aún más de lo que ya te hizo sufrir tu caída. Este es el caso ilustrado por la situación de la mujer adúltera lanzada a los pies de Jesus por los falsos moralistas de la época. Y este es también, para tu consuelo, el caso en que se aplica enfáticamente, la enseñanza a los Romanos,   

“Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae;
pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme” 
Romanos 14:4

Otras veces, de manera aún más injusta, te acusaran y lanzaran piedras, precisamente porque no has caído, pero... oh… cuantos se alegrarían de que así fuera…!!

En ambas ocasiones, ser dignos, saber cuándo callar, y cuando responder, si hay a hacerlo… es lo que marca qué tan grande será tu momento posterior a las piedras lanzadas. Jesus respondió a uno de las autoridades de su época que lo presionaba a defenderse: “Tu no me quitas la vida, yo he decidido ponerla…” y lo que queda entre líneas reconocer, es que también por ese hombre eminente, que creía poder salvarle, Jesus estaba sacrificando Su vida.  

Escuchaba hace unos días al pastor Ricardo Di Rocco enseñar, sobre Esteban, siendo apedreado frente a Pablo. No pienso que el momento más soñado de nuestras vidas debe ser ese, no creo en auto-castigos para ganar nada, creo en la gracia de Dios que nos concede todo. Pero si puedo afirmar que ese momento posterior a sentir las piedras cayendo sobre ti, siempre será grandioso. Tu reacción mostrara al mundo físico y espiritual, quien eres, y hacia donde vas.

Fue en el momento en que Esteban cayo entregando su espíritu, tapiado por piedras, cuando rogo perdón para aquellos que lo apedreaban, y allí, los peores enemigos de su fe, recibieron el testimonio de amor más grande de sus vidas. Es también para nosotros, que estudiamos las escrituras buscando descubrir sus tesoros, tal como explicaba el Pastor Di Rocco, el momento de descubrir la verdad mas impresionante del relato bíblico, si Esteban podía en este momento mostrar la madurez plena de su carácter cristiano, si su corazón estaba listo para cambiar las maldiciones que escuchaba por bendiciones, podía entonces ver a La Gloria del dios Vivo

Has rogado estar listo, para que la Gloria de Dios se muestre a tu vida, a tu hogar, a tu carrera, a tus sueños, a tu ministerio, a tus finanzas, en presencia de, incluso, tus opositores?

Quizá deberíamos detenernos en ese momento en que son lanzadas las piedras, o en que las maldiciones resuenan al oído, culpable o no, solo Dios juzga, y solo El hace estar de pie nuevamente al caído, pero nosotros examinemos, nuestra reacción:  

Si podemos, como dice un proverbio anónimo muy actual, "construir nuestro propio castillo con las piedras que nos son lanzadas", entonces hemos honrado lo que decimos ser, y solo ahora, resplandeceremos, como nunca,  ante nosotros mismos y ante Aquel que nos amó.

Oremos juntos, para que, si este es el momento de sentir el dolor de piedras caer sobre tu rostro, oír las acusaciones y los juicios apresurados, puedas ser fortalecido, y aprovechar el momento para convertirte en ese, que ve cumplida la promesa del Señor escrita por la mano del profeta Isaías….


Levántate, resplandece porque ha llegado tu Luz y la Gloria del Señor ha nacido sobre ti !!
Isaías 60:1

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